David Rojo
La hora: 1:58.
El Triángulo de Verano ya se había movido desde la posición que se le ve después del atardecer.
La Constelación Águila, con su luminosa estrella Altair, posa a un lado de las constelaciones Flecha y Delfín, para la foto.
Hay nubes y la gran resplandor de la Luna. Pero, no le hace, las tres constelaciones salen chidas cuando la obturación de la cámara fotográfica.
A la hora citada de manera inicial todo se ha movido en esa jornada de cielo nocturno. La vista hacia la bahía de Cabo San Lucas es espectacular: ahora Saturno se ve relativamente debajo de la Luna, más abajo la estrella Fomalhaut (la principal de la Constelación Pez Austral) y más abajo todavía las imperdibles a primera vista Toaki y Alnair, de la Constelación Grulla.
La hora 1:58. Ya ha iniciado el miércoles 22 de agosto.
Hay nubes y bruma. Qué decir del lucerío de la ciudad portuaria sanluqueña.
Pero, la jornada del cielo nocturna se impone bella.´
Desde las 20:48, la noche del 21 de agosto, había seguido a la Luna. Fue espectacular, ahora sí que para la foto, cuando vi salir a la Luna entre los edificios que tenía enfrente, y más ascendiendo entre esas partículas en el medio ambiente que la hacen parecer roja.
Al día siguiente sería la cruda astronómica: como seis horas en identificar lo fotografiado.
Pero, estaban por venir mas panorámicas chidas.
A la 1:58 se dio un momento magnífico.
El momento brindó a una constelación con un referente local: cactus.
Los Cabos es una gran ventana al universo. Y testimonio de ello lo daban Lira y los cactus saliendo en la misma foto.
Ufff padrísimo.
En estas últimas fechas se han ido sumando testimoniales fotográficos únicos de Los cabos Extraordinario: La Luna y el Faro, el Lobo que se quiso tragar a la Luna, Saturno y sus anillos, Júpiter y cuatro de sus lunas, Andrómeda, Pegaso, el épico amanecer de Cabo San Lucas a las 23:48 horas, las once constelaciones en la misma captura fotográfica, Sirio, Spica, Arturo. Y suman ya en este tiempo 27 constelaciones fotografiadas. Y seis planetas.
Ahora la Constelación Lira con un referente local.
El universo que se deja saludar desde la tierra. Desde esta región sudcaliforniana en medio de dos mares.