David Rojo
De desaciertos políticos es una práctica común de Morena acusar al pasado.
Y ahí está, además, el neoliberalismo.
El ejercicio del poder en el presente, según es víctima del pasado o del neoliberalismo.
Pero, contra todo el escenario turbulento que se cierne sobre la realidad política Morena impone su discurso por el pueblo.
Sin el pueblo nada.
Todo por el pueblo.
Sin embargo, el pueblo sigue pagando el costo social del desacierto de políticas públicas, corrupción e impunidad.
Del neoliberalismo a Morena se ha mantenido el puente de la soberbia política, del amiguismo, los carnales políticos.
Del neoliberalismo a Morena hay monumentos a la corrupción intactos, con promoción política incluso a los responsables.
Del neoliberalismo a Morena siguen en el pulso de funcionarios morenistas relojes de más de un millón de pesos.
Del neoliberalismo a Morena el líder de los diputados federales morenistas en uso de helicópteros y con el despectivo “me van a ver seguido”.
Del neoliberalismo a Morena con el clasista morenista Ayuntamiento de La Paz diciéndole al pueblo que si quiere estar en el principal evento del Carnaval 2025 que saque 6 mil 300 pesos para que esté cómodo en el concierto de Chayanne. El presente se exhibe ante el pasado.
¿Qué cambió con la tan maltratada palabra pueblo?
Es de preguntarse si el gobernador Víctor Castro, el presidente municipal Christian Agúndez o el director de Desarrollo Social, Carlos Castro, han cruzado caminando los ochos carriles que sí cruza el pueblo, sin puente peatonal. Y cuya obra peatonal mandara al diablo el morenista Óscar Leggs, para cruzar a la nueva plaza comercial en El Tezal.
Aparte, cuál fue el visto bueno del organismo del agua potable para esa plaza comercial y de cuánto es el diámetro de la tubería autorizada. Hay silencio y ningún reclamo morenista.
Y gobernador Castro, presidente municipal Christian y funcionario municipal Castro, de Desarrollo Social, si no han cruzado esos ocho carriles, podría resultar ocioso preguntar si han cruzado caminando, como lo hace el pueblo, desde la Leona Vicario al Libramiento carretero –que hoy se utiliza para evitar el agudo congestionamiento vehicular que se manifiesta con el puente del bordo–.
Por el polígono de ese trazo que se extiende al libramiento corren aguas negras.
Así, aguas negras por entre ¡asentamientos humanos!
Y ahí está el Fideicomiso de Saneamiento Ambiental sin ningún centavo para corregir el grave problema de esas aguas negras que pasan entre viviendas y van a dar al arroyo Salto Seco.
Del neoliberalismo a Morena.
El pasado que lastima al presente: uno de los principales ejes para la liberación de criminales licencias de construcción para unidades habitacionales en medio de arroyos de Cabo San Lucas y San José del Cabo del espacio edilicio de Regiduría (2008-2011) al espacio edilicio de Sindicatura (2024-2027).
El presente se exhibe ante el pasado.