David Rojo
Es una bella ave.
Se encuentra emparentado con el Cardenal rojo.
Si le pones agua va a llegar a tomar, al igual que otras aves. ¡Cuidado con los gatos! Si tienes en casa gatos, pon el recipiente del agua fuera del alcance de estos.
También, te llegara la Matraca del Desierto. Gorriones. Palomas. Y hasta el Cardenal rojo, entre otras especies aladas que son parte de la panorámica urbana.
Son seres indefensos.
Les estamos destruyendo el estero josefino. Si son parte del escenario urbano detengamos la depredación urbana.
Ya les estamos destruyendo espacios en La Ribera. Y en Cabo san Lucas es tan brutal la indolencia oficial que no sólo las aves pagan las consecuencias de políticas públicas municipales fallidas, sino también miles de familias que por corrupción e impunidad son parte de esa mancha urbana que se extiende sin drenaje y sin agua potable.
El Cardenal del Desierto con su tono gris y al que se suma el tono rojo es una bella ave.
Es alegre.
Canta y no deja cantar.
Y la corona de su cabeza le da todo un toque de dignidad.
Toda un ave chida.
Escúchala cantar.
Disfruta de su aleteo.
El Cardenal del Desierto es estampa urbana local.
Un aplauso por su vuelo.
Aquí en Los Cabos.