David Rojo
¿Qué va a pasar si el estero de San José del Cabo se seca?
La respuesta va más allá de una cuestión ambiental.
Desconozco a los asesores que traigas en la materia. Espero que no sólo sean, lo que se dice, mensos, sino tampoco indolentes.
Y tienes que preguntarte hoy que eres presidente municipal electo de Los Cabos de manera cruda y directa, dado que en breve el destiino de Los Cabos estará en tus manos:
¿Si se seca el estero josefino a dónde va a ir a parar todo ese mierdero (que por políticas públicas municipales fallidas, de la mano de corrupción e impunidad) va a dar a cuerpo de agua dulce que conocieron siglos atrás misioneros de la corona española y piratas?
Si se seca el estero San José del Cabo tendrá graves problemas con la salud local. ¡Cuidado con el cólera!
¿Qué te dicen organismos de la iniciativa privada Canaco, Asociación de Hoteles, CCC, Canacintra, Canirac o de grupos de ciudadanos como Madrugadores de San José del cabo o de Cabo San Lucas sobre este grave problema y sus consecuencias que tiene a miles sin drenaje? ¿Dicen algo, qué dicen?
O, por igual si has tenido diálogo con los principales inversionistas de desarrollos turísticos de Los Cabos, como Rosario Bulnes, Ernesto Coppel, Rubén Coppel, Fernando González, Eduardo Sánchez Navarro, Daniel Chávez, Juan Velas ¿qué se puntualiza sobre el déficit del desarrollo urbano con su consecuencia social?
También, ¿qué te dicen los sindicatos, los grupos minoritarios que ya tienen hasta espacios en el Congreso y los propios sudcalifornianos de raíz generacional en grado de extinción?
No es nada más cuestión ambiental por si desaparece el estero, ¿a dónde diablos va a ir el mierdero que se le avienta ante el severo déficit en el tratamiento de aguas negras?
Se está ante un punto crítico con el desarrollo urbano. La otra puerta va a ser el mar.
Por ello, lo del estero no es nada mas cuestión ambiental, es la propia certeza de Los Cabos como destino turístico en el desarrollo urbano lo que implica a toda la sociedad, la que hasta el momento, lamentablemente, lo que se dice, “ni se le pela”.
El estero está en sus últimas horas. Chingaos ni siquiera un responsable sobre la partida millonaria que se liberó de los ingresos de la aún falacia de Saneamiento Ambiental para la adquisición de equipo con el que se limpiaría el estero del lirio acuático.
La falacia ya no cabe con la realidad del estero josefino.
Tú mismo como Regidor del trienio 2018-2021 fuiste destinatario de aquella reacción del gobierno federal, vía Fonatur, ante el pretendido municipal que ya no hubiera descargas de la planta de tratamiento al cuerpo de agua dulce.
Fue hace un lustro. ¿Te acuerdas?
Es decir, el problema debe de estar peor hoy en día.
Te refiero contenido de aquella reacción del Fonatur, prácticamente, un zape, a la entonces, presidente municipal de Los Cabos Armida Castro.
Julio, 2019:
1.- “El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR), informa que en un plazo de 10 días naturales construirá una válvula y/o compuerta en las instalaciones de su Planta de Tratamiento de Aguas (PTAR) en San José del Cabo, Baja California, a fin de evitar la entrada de aguas provenientes de la zona urbana del municipio.
2.- “Esta institución considera infundada la instrucción del cabildo para que FONATUR deje de descargar aguas residuales tratadas en un plazo de 10 días, toda vez que no es facultad ni competencia de dicho Ayuntamiento tal instrucción.
3.- “Cabe aclarar que la planta de tratamiento para el saneamiento y descarga de las aguas residuales PTAR, creada en 1980 fue construida y conceptualizada, para usarse únicamente en el polígono del CIP (Centro Integralmente Planeado) de Los Cabos, Baja California (Sur)”.
4.- “La PTAR cuenta con una capacidad de 250 litros por segundo, para el tratamiento del agua proveniente del Centro Integralmente Planeado, limitando la responsabilidad de FONATUR únicamente a las aguas residuales que ahí se generen, conforme a lo establecido en los artículos 20, 29, 29 bis 4 de la Ley de Aguas Nacionales.
5.- “Debido al crecimiento urbano descontrolado de algunas áreas del municipio, existen descargas que son enviadas a la PTAR, sin que éstas estén autorizadas ni sea responsabilidad de FONATUR, lo que ocasiona que la instalación funcione de forma deficiente y comprometiendo en todo momento, la calidad de las descargas, en perjuicio de la inversión federal”.
6.- FONATUR ha manifestado en diversas ocasiones que el municipio dirige aguas residuales sin autorización a la PTAR. También, ha manifestado que, hasta el momento, no se ha generado una agenda de inversión municipal que permita que FONATUR deje de atender servicios municipales que no son de su responsabilidad”.
Hace cinco años, presidente municipal electo Christian Agúndez Gómez.
Y lo que tenía que pasar sin que se hiciera algo desde el nivel municipal por el tratamiento de aguas residuales El problema se hizo mas crítico.
Del Fonatur a Opex.
De 2019 a 2024:
Un despacho del sitio periodístico digital Hoy BCS, acreditado a Grace Gámez:
1.- “Durante la reunión del Grupo Madrugadores de Cabo San Lucas realizada este 25 de julio del 2024, el director de la empresa que opera la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR), Opex Latina, reveló que diariamente se vierten 300 Litros Por Segundo (LPS) de sus aguas a la Reserva Ecológica Estatal (REE) Estero de San José del Cabo.
2.- Con la alta demanda de aguas negras que llegan a la PTAR, que es un aproximado de 400 LPS para una Planta con la capacidad de atender 250 LPS, el director César Guevara explicó que vierten el 80 por ciento de sus aguas, al “Estero Josefino”, ya que sólo logran vender el 20 por ciento de sus aguas a cuatro campos de golf.
3.- Anteriormente el número de litros que se descargaban a la Reserva Ecológica no era tan alto, porque parte de las aguas sobrantes eran destinadas al riego de las áreas verdes que operaba Fonatur, pero con su desaparición, se dejó de hacer esta actividad y más cantidad de agua termina en el Estero.
4.- Esta acción, le valió a la empresa una denuncia del Ayuntamiento de Los Cabos ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), misma de la que se deslindaron como empresa.
5.- “Nos hizo una denuncia el mismo Ayuntamiento ante Profepa pero ya fui hasta México a aclarar a Profepa, nosotros no ensuciamos el agua, el agua es del municipio, el responsable de que el agua se vierta fuera de la normatividad, es del municipio, no somos nosotros. Nosotros tratamos de limpiar la que llega con el equipo que tenemos, pero es insuficiente”, dijo Guevara.
6.- El director de Opex Latina admitió que el agua que se vierte al Estero no cumple con la norma pero que al menos, no es el agua que sale directo del drenaje, es decir, la que se vierte pasa por un proceso.
Fonatur hace cinco años. Opex, hoy.
Christian, la realidad sacude.
Inversionistas de Los Cabos, organismos privados de Los Cabos, sindicatos de los Cabos, ejidatarios, productores rurales grupos minoritarios y de ciudadanos de Los Cabos, sudcalifornianos de generaciones con raíz que se extinguen, no es sólo que Los Cabos esté cerrando una puerta al turismo con la destrucción del principal humedal de Baja California Sur y por tal asiento de gran interés del potencial de aves (tierras cabeñas registra el avistamiento del 25 o 30 por ciento de las aves a nivel nacional) el déficit en el tratamiento de aguas negras va a poner en jaque al desarrollo urbano en materia de salud.
Y si ya hay centenares de descargas de litros por segundo al estero de aguas sin tratar de manera debida, pues la cuestión alcanza entonces a lo qué esté pasando entonces, con la bahía de San José del Cabo.
Que el Saneamiento Ambiental no sea una falacia en Los Cabos.
Hay y habrá recursos públicos para que se destinen para corregir el déficit del tratamiento de aguas residuales. No más corrupción e impunidad, como con el lamentable hecho de centenares, miles de licencias de construcción municipal liberadas para edificarse en medio de arroyos.
Ya no es tiempo de simulación.
Ni de mirar hacia otro lado con lo que pasa con el desarrollo urbano con miles sin drenaje, miles si agua potable y miles en zonas de riesgo.
No te pregunto yo, Christian. Pregúntate, tú:
¿Qué va a pasar si se seca el estero josefino?
¿A dónde diablos se va a ir a dar todo ese mierdero que a diario le avientan?