David Rojo
Discernir.
Es frustración social que la opción de verdad y fundamento que le resta a la sociedad con los partidos políticos a los que sostiene con impuestos y que deberían de estar de manera auténtica del lado del pueblo, salgan, éstos, lamentablemente, con el ser oficialistas, omisos, oportunistas, olvidadizos y alineados.
En Los Cabos se tienen monumentos a la corrupción e impunidad y bajo ningún color en el poder sudcaliforniano o en particular en Los Cabos se les toca.
Por ello de dónde saca el panista Regidor Celestino Atienzo, integrante del Cabildo de Los Cabos del XV Ayuntamiento que es normal al ser oposición se rechacen en en automático las propuestas de funcionarios. Y que por tal, él, le apostaba mas a la confianza e ir con la propia confianza de la mano del gobernante municipal morenista-petista. Eso sí, tratándose por el bienestar por Los Cabos.
Lo anormal en oposición es ser alineado.
Lo anormal en oposición es no ser verdad con fundamento, y no exhibir por tal la corrupción e impunidad.
Vaya ligereza con eso de lo normal que es ser oposición. Y justificar con ello la mano extendida al poder municipal por supuesta confianza.
Pues, si los que votaron por la alianza PAN-PRI fue por una opción distante y diferente al poder municipal actual que ya liga al hilo el tercer gobierno municipal de Morena.
Cuál fue la confianza del PAN en esos días de campaña y la propia confianza de los electores que dieron sus votos por una opción diferente a Morena.
Durante las dos gubernaturas sudcalifornianas panistas al hilo 2011-2015 y 2015-2021, el PAN fue oficialista.
Nada de partido político sudcaliforniano como voz y solidario con el pueblo, sólo una figura política alineada al poder local, y alejada a la vez de la brutal realidad del desarrollo urbano.
Recuerda usted, acaso, alguna movilización y protesta del PAN contra algún equívoco de Marcos Covarrubias o de Carlos Mendoza cuándo ejercieron el cargo de gobernador. Nada.
Recuerda usted alguna toma de tribuna legislativa o del propio Congreso para protestar contra la expansión de la mancha urbana en medio de las zonas de riesgo carentes de drenaje y agua potable y con las vidas en peligro de tales asentamientos a cada temporada ciclónica.
Recuerda, usted, alguna movilización y el ganar de la calle de manera solidaria con las familias obreras para protestar en contra de los monumentos a la corrupción e impunidad en San José del Cabo y Cabo San Lucas, por las miles de familias traicionadas en el trienio 2008-2011 con unidades habitacionales en medio de los arroyos.
Nada. El entonces poder político sudcaliforniano miró hacia otro lado. El PAN igual miró hacia otro lado de la corrupción e impunidad, y tal parece así se seguirá.
Celestino en el trienio 2015-2018 fue regidor y presidente de la Comisión edilicia de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente. Se trataba del gobierno municipal panista presidido por Arturo de la Rosa. La denuncia social no fue parte del discurso panista. El PAN repetía, por segunda ocasión, en el 2015, en la gubernatura; el PAN se hizo oficial.
Y, ahora de lo oficial, la expresión política panista se placea de la mano con el poder municipal con eso que llaman confianza.
Debería de ser verdad con fundamento sobre la brutal realidad que se tiene con el desastre en el desarrollo urbano, incluso con lo maltrecho que dejó al erario público municipal el morenista XIV Ayuntamiento. Pero, ni eso.