TECLA 7/6 14 DIC 2021
- “En el caso del arsénico, las enfermedades se manifiestan a los 10, 15, 20 años”, explicó Teresa Alarcón Herrera, académica del Centro de Investigación en Materiales Avanzados (Cimav), del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. La exposición prolongada a este metal pesado está asociado al desarrollo de distintos tipos de cáncer, deficiencias cognitivas en niños, infertilidad y diabetes”.
Fuente: https://quintoelab.org/project/veneno-en-mi-agua
Parte I
David Rojo
La entrada es directa:
“La extracción de agua, fuera de control, está provocando que los pozos sean un riesgo al intensificar la liberación de arsénico y fluoruro en líquido de millones de mexicanos. El análisis a una base de datos de la Conagua revela que, lo que era un problema concentrado en La Laguna, se expande por el país. El gobierno lo sabe, pero no actúa”.
Patricia Curiel y Gibrán Mena/ Data Crítica + Quinto Elemento Lab dan cuenta de un tema de alta preocupación en el informe Veneno en mi agua que debería de ameritar inmediatas respuestas de autoridades municipales sudcalifornianas, incluso estatales:
Se indica en el reporte:
“Tu hija está muy joven para estar orinando arsénico”, le dijo un médico a Claudia González, ejidataria de San Juan de Los Planes, un poblado a media hora de La Paz, Baja California Sur. Era 2012, Fernanda Ibarra González, su hija, tenía 15 años y un análisis reportó 10.43 microgramos de arsénico por litro en su orina. Casi el doble de lo considerado a nivel internacional como un nivel de riesgo de arsénico en el cuerpo.
Investigadores habían analizado la orina de 275 personas en esa región. “Doña Leonarda tenía 301 microgramos por litro”, dijo en entrevista Claudia González acerca de una vecina; “Efrén, su hijo, 165”, leyó de una lista inconcebible que le entregaron los académicos y de la que aún conserva fotografías. Habían estado bebiendo agua con arsénico.
Madre e hijo superaban 47 veces, ella, y 26, él, el límite reconocido por comités científicos internacionales como el riesgo de ingesta tolerable para la salud. “Nos quedó claro por qué se habían muerto de cáncer muchos familiares y por qué otros están enfermos de cáncer”, dijo Juan Ángel Trasviña, especialista en contaminación ambiental. La población jamás ha recibido algún aviso de autoridades locales sobre los niveles de arsénico en el suministro de agua, dice González.
Trasviña y González han reunido evidencia que apunta a los residuos de 100 minas abandonadas en la zona como fuente del arsénico, pero este mineral, que también se encuentra de forma natural en la corteza terrestre, llega también al agua por la extracción descontrolada, según investigaciones científicas en México y el mundo. El arsénico y fluoruro ya alcanzaron pozos de casi todo el país, en cantidades superiores al nivel máximo permisible de la Organización Mundial de la Salud.
Un análisis realizado por Data Crítica y Quinto Elemento Lab a una base de datos oficial que ha pasado años casi inadvertida reveló que el arsénico, de hallarse en niveles altos en 17 estados durante 2012, se expandió a pozos de 24 estados en 2018, el último año de registros completos. Aunque se tomaron menos muestras de agua en 2019 y 2020 que en los años anteriores, los niveles de arsénico continuaron mostrando niveles elevados. Y las autoridades no han informado a la población.
Según los datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), ha habido altas concentraciones de arsénico en pozos de Guadalajara, Jalisco, en La Paz, Baja California Sur, en Hermosillo, Sonora; también en Villa de Cos, Zacatecas y en Tlajomulco, Jalisco, que son los nuevos rostros de una crisis que antes estaba limitada a ciertos lugares en La Laguna, Hidalgo, San Luis Potosí y Guanajuato. Datos del gobierno de la Ciudad de México revelan que también está presente en pozos de 6 de las 16 alcaldías de la capital.
En 2018, el año en que más muestras se tomaron, 41 por ciento de los pozos muestreados sobrepasaron el umbral internacional de riesgo de impacto a la salud para arsénico (0.01 mg/L). Y estos lugares o sus fuentes de agua no están cerca de minas y residuos abandonados como es el caso de Los Planes.
Los Planes salta a la vista en este análisis. Este pueblo, dedicado a la agricultura, la construcción y la pesca deportiva, es una de las localidades con niveles más tóxicos de arsénico en el agua subterránea de La Paz. Este municipio ocupa uno de los primeros lugares en un ranking letal: el número de pozos con niveles altos de este mineral creció a más del doble entre 2012 y 2019, de acuerdo con el análisis de datos realizado para esta investigación.
Para no minimizar y sí para dar certeza. Los Cabos aparece con dos pozos, que en el 2018 excedieron niveles de riesgo de fluoruro (de acuerdo a niveles de la OMS); La Paz durante el 2018 y el 2019 dos pozos excedieron niveles de arsénico y/o fluoruro; Loreto, 28 pozos excedieron niveles de riesgo con arsénico.
Al informe (https://quintoelab.org/project/veneno-en-mi-agua) urgen respuestas inmediatas y de certeza.
Tribuna de Los Cabos.