David Rojo
En el olvido.
En el abandono.
La gran historia que Los Cabos tiene para contar pasa de noche al poder político.
También, le pasa de noche al sector empresarial esta gran historia que tiene Los Cabos para contar.
Y el poder sindical ausente.
Se va a cualquier foro internacional o nacional y salen a mostrarse videos, imágenes de la maravilla sudcaliforniana de playas y de mares. Pero, se guarda un cómplice silencio con el poder político y el empresarial por lo que se destruye, como ocurre con el Estero de San José del Cabo y la falacia que resulta ser lo del Fideicomiso de Saneamiento Ambiental.
Se tienen dos mil kilómetros de litorales, que padre. ¡Padrísimo!
Vengan de reventón.
Vengan al golf.
Vengan a la pesca deportiva.
Claro, los que puedan.
Y cuando se regresa a los lugares de orígen a presumir las playas; a presumir que hay buenos trabajos.
Caray, se tiene una gran historia que contar. Y se va al olvido.
Se tienen elementos para dar todo un sentido de pertenencia social para que la sociedad abrace con orgullo y participación un mejor destino. Sin embargo, esta opción lo que se dice, se la lleva el diablo.
Con este sentido de pertenencia expresar cariño y orgullo por Los Cabos y no quedarse atrapado en la simulación social. A romper el molde de la simulación.
Se tiene una gran historia geológica.
Se tiene una gran historia de nativos; la prima o la tía mas cercana en el tiempo de los ancestros de los Pericú de hace 12 mil años: la mujer de Tepexpan.
Se tiene toda una riqueza arqueológica y paleontológica.
En la región más austral de la Península había dientes de sable, mamuts, caballos, camellos, cocodrilos; así como hoy hay venados, linces, águilas, zorras.
Qué decir del megalodón o del gran tiburón blanco.
Es increíble gobernador Castro, es increíble presidente municipal Agundez que en lugar de contar y difundir la gran historia de Los Cabos entre otros maldicientes hechos una pieza paleontológica de colección mundial, un cetáceo fosilizado hallado en Los Cabos se encuentre en espera que otras autoridades u otros gobiernos cuenten su historia. La pieza paleontológica en completo abandono por la parte oficial. Y ya suman tres gubernaturas y varios trienios municipales.
Pero, a presumir Los Cabos en foros nacionales e internacionales con la magia con que la naturaleza cubre a esta región sudcaliforniana.
A presumir con silencio, porque el desastroso desarrollo urbano se lleva entre las patas al estero josefino.
A presumir, sin embargo con la gran riqueza histórica, paleontológica, arqueológica. Por supuesto también con lo natural.
La cultura y el sentido de pertenencia social por delante.