David Rojo
Son dos casos diferentes:
En uno el Congreso sudcaliforniano sigue de omiso; en el otro –posiblemente por la denuncia de algún particular– la Fiscalía Anticorrupción de Baja California Sur ha armado proceso penal por el presunto “Abuso de autoridad por simulación”.
El ex presidente municipal de Los Cabos, Óscar Leggs Castro, y el ex Tesorero municipal José Martin Talamantes Gerardo, por presunta justificación de salud no se presentaron el pasado 5 de diciembre a la audiencia inicial por el proceso penal que enfrentan; la audiencia se reprogramó para el jueves 12.
Entonces, qué alcance tendrá en realidad el expediente penal por presunto Abuso de autoridad por simulación cuando se trata de todo un trienio, qué entre otros temas han quedado en simulación y el silencio los vistos buenos de agua para grandes proyectos que se han manifestado en severo castigo a la población con los tandeos extremos que son del conocimiento público.
Si se trata de hechos de corrupción, los partidos políticos se muestran indolentes con la repercusión social por el binomio corrupción-impunidad, cuya realidad social en el caso de Los Cabos ya provocó los adjetivos de “triste” y “muy lacerante” desde palacio nacional.
Sin embargo, con todo y los adjetivos desde palacio nacional, la estructura del poder político sudcaliforniano ni se conmovió. ¿Alguna denuncia de Morena por el no robar, no mentir y no traicionar? ¡Nada! La palabra “pueblo” es falsa en el discurso morenista.
Esto lleva al Congreso sudcaliforniano: desde hace meses cuenta con las observaciones por dos mil millones de pesos al Presupuesto Municipal 2022 de Los Cabos de la Auditoría Superior de Baja California Sur. ¡Y ningún pronunciamiento!
Se impone el silencio y la simulación a lo que se suma el PAN y el PRI.
Dejan pasar todo.
Hasta que un particular procede y deja precedente en contra de la indolencia del poder político sudcaliforniano.
Qué va hacer entonces la Fiscalía Anticorrupción de Baja California Sur con más de un caso que tiene en el archivo.
Que el gobernador Castro le diga a la Fiscalía Anticorrupción que ahí están en medio de los arroyos de San José del Cabo y de Cabo San Lucas monumentos a la corrupción con vidas y bienes en peligro en la más completa impunidad.