David Rojo
Hace tres millones de años.
Estás en el plioceno.
El paisaje es completamente diferente, por igual diferentes las formas de vida que corren por la vida misma.
Hay un poderoso depredador al acecho: el dientes de sable.
Estás en lo que ahora se conoce como Los Cabos, en la parte más austral de la península.
Hay caballos, cebras, camellos; también es tierra del Rhynchoterium (gonfoterio) y del mamut.
También acecha el peligroso Borohagus una especie de perro, bien fornido.
Y cuidado, ¡hay cocodrilos!
Pareciera que se tratara de una sabana. Y es de preguntarse, cómo estaría (si hubiera existido) lo que en tiempos presentes se llegó a conocer como Estero de San José del Cabo en día muriendo, siguiendo el destino de la vida del plioceno y del pleistoceno que se tuvo aquí en esta ahora región sudcaliforniana.
Estás en el plioceno, el paisaje es fantástico. ¡Cuidado! También acecha el pitón.
El registro paleontológico del plioceno, nada más en un rancho de Santa Anita, es un gran testimonio de la vida y paisaje que fue este lugar ahora llamado Los Cabos. Y la pregunta obligada; ¿qué más hay? Testimonio, sin embargo que Los Cabos no tiene, que se lo llevaron. Y que la UNAM debería de dar cuenta de esta gran riqueza paleontológica sustraída a finales de la década de los 70s.
El trabajo de campo, el seguimiento de investigación científica, el movimiento de fósiles se encuentra debidamente documentado en Revista Paleontológica que refiere a la Brigham Young University (Utah).
Wade E. Miller en julio de 1980 cita sobre los hallazgos del Rhynchotherium (Gonfoterio):
“Una mandíbula casi completa..se recuperó de la fauna local (plioceno tardío, del rancho de Santa Anita). Junto con esta mandíbula adulta, se recuperaron fragmentos de fémur, parte de una pelvis sin recolectar, una rótula y varios fragmentos de distintos tipos sin identificar, todos probablemente de un solo individuo…el colmillo es relativamente grande”.
Cada fósil se va detallando.
Del dientes de sable, del caballo, del pitón, del fornido perro y de tantas especies más. Es extraordinario todo lo que se relata de vida y paisaje ido
Por tal no sólo se está en espera que la UNAM regrese tal riqueza paleontológica, sino que los gobiernos locales procedan con investigaciones científicas y sólidos trabajo de campo con esta gran historia que tiene que contar y mostrar Los Cabos.