David Rojo
Varias jornadas en la madrugada durante el cielo nocturno de Cabo San Lucas resultaron magníficas.
El objetivo: Nebulosa de Orión.
Con todo y el cielo lleno de nubes y que obligaba a regresar a la madrugada siguiente no se perdía el entusiasmo.
Ya se había fotografiado al Cinturón de Orión y a la respectiva nebulosa. Pero, a cada revisar del mapa astronómico de Sky Tonight había más que observar y que fotografiar en medio de ese cúmulo de estrellas hacia el Este.
Aparecieron por igual las nebulosas El Hombre Corriendo, por los rumbos de la nebulosa de Orión. Y abajo del Cinturón de Orión la Nebulosa Flama.
No sólo ello mientras no se captaba bien a la Nebulosa de Orión, Marte y Júpiter saludaban a la Constelación de Orión. Qué decir de la Luna de visita a la Constelaciòn de Orión y a la de Cochero. Cada madrugada tenía su magia astronómica.
Hasta que, finalmente, tras mas de un centenar de obturaciones durante la madrugada del lunes ahí estaba la Nebulosa de Orión.
Se veía bien padre la toma.
Aguantar la respiración. No moverse. La cámara a pulso. La información técnica dice que no, que a pulso no. Manual. Pero, finalmente, la Nebulosa de Orión estaba ahí en pleno enfoque a 400 mm. Le intenté a 700 mm, pero al obturar como que la cámara reclamaba, !estás loco! Y las fotos salían movidas. La Luna aguanta a 3 mil mm a pulso. Y todavía cuando se anda por los cráteres lunares el enfoque se cuadriplica.
Sin embargo, la Nebulosa de Orión se sentía chida y le hacía al ensarapado.
Me decía yo mismo, ya se fue la nube. Ahora, ahora. Y nada. Foto movida. Una panorámica a 40 mm y ufff. Todo lo de la constelación Orión bien chido. Un poco mas de zoom a 60 mm, el cinturón y el arco bellísimos. Hacia la nebulosa 120 mm, 150 mm, 170 mm, 200 mm, 250 mm, 320 mm, 400 mm. Tenía que darse el registro fotográfico.
Le pedí apoyo a David jr para enfocar con manual. Se esperó la madrugada. Y ¡sópas!, el cielo lleno de nubes. Nada.
Y así una madrugada. Otra madrugada. Zoom por aquí, zoom hasta allá. Hasta que la Nebulosa de Orión se puso chida para la foto. Una toma sin estar movida.
En Wikipedia se cita que de esta nebulosa “se ha obtenido información determinante acerca de la formación de estrellas y planetas a partir de nubes de polvo y gas en colisión. Los astrónomos han observado en sus entrañas discos protoplanetarios, enanas marrones, fuertes turbulencias que alcanzan velocidades de 700.000 kilómetros por hora en el movimiento de partículas de gas y efectos fotoionizantes cerca de estrellas muy masivas próximas a la nebulosa”.
También que es una de las más fotografiadas. Le tocó turno, pues a Los Cabos Extraordinario.
Toda una grata y gran ventana al universo es esta región sudcaliforniana en medio de dos mares.
Y sí, la familia me regaló un telescopio compatible con cámara ahora por los 67. Iremos más allá de los planetas.