David Rojo
Ya nos quitaron a la gran Celia Cruz…la vida NO es un carnaval.
Un carnaval clasista no es del pueblo.
El gobierno municipal de La Paz que preside Milena Quiroga le ha puesto números a la casa:
Quieres estar en el espectáculo de Chayanne, pues tendrás que pagar de mil 280 a 6 mil 300 pesos.
La diferencia en el precio de la entrada hace aún más clasista al gobierno municipal paceño pintado de Morena –unos hasta por allá y otros más chidos por acá– en lo que se considera el principal evento del Carnaval La Paz 2025.
Sí, todos juntos. Pero, no revueltos.
Ni siquiera el pueblo con la chance del todos juntos. Clasismo.
Hay selectos de 6 mil 300 pesos.
–¿Y el pueblo, Luisa María Alcalde?
Así se expresa Morena, dirigente nacional morenista: “todo con el pueblo”.
Sin embargo, en el Carnaval 2025 de La Paz el pueblo no estará en el evento principal.
No se duda de la gran convocatoria de Chayanne. Por qué, diablos, entonces, al evento no le invirtió y lo promocionó un particular en jornada ajena a un carnaval que es –era– completamente popular. Total debe de ser negocio.
Canta Celia Cruz:
“La vida es un carnaval…”.
La vida en tierras sudcaliforniana va en contrario a tal canto. La vida NO es un carnaval:
–El gobierno del estado libera concesiones del transporte. Pero, se incurre en indolencia política en la omisión: no hay transporte para personas con discapacidad. El Congreso sudcaliforniano se suma a la indolencia.
–Vendrán las posadas navideñas con el demoledor desabasto de agua potable y la sobre extracción de los pozos con el riesgo de suministrar líquido contaminado, tanto en La Paz como Los Cabos. ¿Y aquellos del Agua vale más que el oro?
–La vialidad urbana es un desastre.
–El desarrollo urbano de la mano de corrupción, marginación e ineficiencia.
–Miles de familias sin drenaje y viviendo en zonas de riesgo.
El costo social ya tuvo su advertencia desde palacio nacional al señalarse la “muy lacerante” realidad de Los Cabos. Queda por saber, entonces, cuál será el adjetivo para La Paz…y cuándo.
Al pueblo no sólo se le endeuda y se le margina del desarrollo urbano. Ahora hasta a Celia Cruz se le quita: “la vida NO es un carnaval”.