David Rojo
La voz truena.
Las frases truenan.
Historias reales en escena.
Aún sigo impactado.
Han pasado 19 horas y aún sigo impactado por la obra de teatro: TIFEO La historia se repite…
“Lidia, Julieta y Liza. Tres hermanas se sitúan en una devastadora experiencia que recordarán el resto de su vida. La naturaleza reclama lo suyo tarde o temprano y el agua busca siempre su cauce. Una historia, como tantas más, que suelen repetirse cada vez que los aires de Tifeo se aproximan a la región sudcaliforniana”.
La Casa de la Cultura de San José del Cabo registra con Tifeo un nuevo molde cultural con el pensar en voz alta, diálogo de quién con voz firme va dando palabra tras palabra y de quién, acaso, al escuchar le corre una lágrima por la mejilla.
Liza, Lidia y Julieta, exprimen la memoria. El corazón se sacude. Hay respirar agitado.
Pasan 1976, 1993, 2014, 2107. La memoria compartida de las tres hermanas y a escena, también, el testimonio de la devastación ciclónica con registros periodísticos impresos y de video.
Tifeo es una ambientación toda. Se suma la música, las veladoras.
Historias reales.
No me había tocado una obra de teatro tal.
La frase me parte en dos. Se escucha a una de las tres hermanas:
“Esta tierra parece revenderse cada vez que se pierde la memoria”.
Otra sacudida al corazón, el exprimir de la memoria.
Viene a la mente lo de los desarrollos habitacionales con licencias municipales de construcción en medio de arroyos de Cabo San Lucas y San José del Cabo.
Y a escena salen esas viviendas en medio de arroyos. Corre en escena el testimonio visual-satelital. En el mismo arroyo en el que quedara enterrada en 1993 la Unidad Habitacional Infonavit-Ricardo Flores Magón, tres lustros después río arriba el gobierno municipal –con vistos buenos federal y estatal– autorizando el desarrollo Puerto Nuevo.
Todo sacude.
“Esta tierra parece revenderse cada vez que se pierde la memoria”. Sí, se pierde la memoria. Crecen los asentamientos en zonas de riesgo.
Escucho y me vuelve a sacudir la expresión de una de las hermanas:
“Podrán tratar de borrar la historia, pero las cicatrices quedan”.
El escenario se llena de veladoras. Se escucha el testimonial de Rosa María Carrillo y a Hipólito Medina.
Una de las hermanas se pone a mover bultos con tierra.
Viene el huracán, las casas tienen que protegerse.
Me vuelvo a sacudir. Expone una de las hermanas:
“Nadie nos dijo que vivíamos en peligro”.
Y es que Los Cabos fue anfitrión del inicio del Plan Nacional de Vivienda, pero sin ningún aviso de reubicación de quienes viven en zonas de riesgo
Tifeo exprime la memoria sacude al corazón. La pregunta ess obligada:
–¿Han visto la obra gobernador Víctor Castro y secretario general Saúl González con los sudcalifornianos?
–¿Han viso la obra Rosario Bulnes, Cristina Rodríguez, Ernesto Coppel, Eduardo Sánchez-Navarro, Rubén Coppel, Fernando González, Daniel Chávez…?
-¿Han visto la obra Vicente Ruiz, Gustavo Rubio, Luis Cano, Ángel Salvador Ceseña, Julio Castillo?
–¿Han visto la obra Narciso, Antonio, Christian Agúndez?
–¿Han visto la obra Leonel y Manuel Cota?
–¿Han visto la obra Síndica Alfaro y Regidor Alvarado?
–¿Has visto la obra Jaime Martínez?
–¿Han visto la obra Jorge Chávez, Adriana Rivera?
–¿Han visto la obra hermanos González, con ese gran precedente de don Manuel al donar para el pueblo el balneario de la playa Palmilla?
-¿Han visto la obra Luis Armando Díaz y Rigoberto Arce?
–¿Han visto la obra hermanos Arámburo Palacios?
–¿Han visto la obra Elva Castillo, Blanca Pedrín, Patricia Olachea?
–¿Esos sindicatos, esos maestros han visto la obra?
–¿Esos de Raíces, Rotarios, Leones, Madrugadores?
La memoria ante este presente perdido.
Elisa Lieras Puls, Julieta Lozano, Elvira Ojeda, David Rojo Pacheco, Antonio González, Chimi González, María del Socorro López Conde, gracias.